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El último paso en la realización de un tatuaje es muy importante: cuidar del tatuaje hasta que se cure totalmente. Sigue todas las instrucciones que te den en el estudio para cuidar tu tatuaje a fin de asegurarte de que se cure correctamente. Además, recuerda que es muy importante llamar inmediatamente al médico si ves o experimentas síntomas de infección, como dolor, enrojecimiento excesivo, hinchazón o supuración de pus. Asegúrate de que tu tatuaje se cure correctamente haciendo esto:
Mantén una venda sobre la zona durante al menos 24 horas.
Evita tocar la zona del tatuaje y no te arranques las costras que tal vez se formen.
Lava el tatuaje con un jabón bactericida (no utilices alcohol ni peróxido porque secarán el tatuaje). Utiliza una toalla suave para secar el tatuaje; simplemente apoya la toalla para secarlo, no lo frotes.
Coloca un ungüento antibiótico en el tatuaje. ¡No utilices vaselina!
Colócate un hielo en la zona tatuada si ves que se enrojece o se hincha.
Intenta no mojar el tatuaje hasta que se cure completamente. Evita las piscinas, jacuzzis o los baños calientes y prolongados.
Mantén tu tatuaje alejado del sol hasta que esté totalmente curado.
Aun cuando esté totalmente curado, un tatuaje es más sensible a los rayos del sol; por lo tanto, es una buena idea mantenerlo siempre protegido de la luz solar directa. Si estás al aire libre a menudo o si te gusta pasar el tiempo en la playa, te recomendamos que siempre utilices una pantalla solar con un factor de protección solar mínimo de 30 en el tatuaje. Esto no sólo protegerá tu piel, sino que también evitará que el tatuaje se decolore.
Se cree que el proceso del tatuaje era mucho más elaborado que en la actualidad, era un ritual que por ejemplo en Egipto era realizado casi exclusivamente por mujeres, un proceso doloroso que la mayoría de las veces se usaba para demostrar valentía o confirmar la madurez, en la misma forma que todavía se puede observar en los rituales de tribus de Nueva Zelanda.
Borneo es uno de los pocos lugares donde se practica actualmente la forma tradicional del tatuaje tribal. El tatuaje y el piercing recuerdan el arte de Bali y Java, y los instrumentos de tatuaje son similares a los usados en la Polinesia. El tatuaje de la Polinesia fue el más artístico en el mundo antiguo, estaba caracterizado por diseños geométricos elaborados, que eran embellecidos y renovados durante toda la vida del individuo hasta que cubrían su cuerpo entero. Según Marco Polo en su "Travels" el respeto a una persona se medía por la cantidad de tatuajes que tuviera.El tatuaje se usaba también como castigo, y los individuos acusados de sacrilegio debían ser tatuados. Debido a esto, los médicos griegos y romanos empezaron a practicar la remoción de tatuajes. Lentamente se abandonó el tatuaje de esclavos y criminales al extenderse el cristianismo en el Imperio Romano. El emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, emitió un decreto en contra de esta actividad. Se cree que la actitud negativa contra el tatuaje tuvo su origen en este decreto.
En Norte América, se asoció el tatuaje con prácticas religiosas y mágicas, era un rito simbólico y una marca única que permitiría que el alma superara los obstáculos en su camino a la muerte. El tatuaje era una práctica común entre los nativos de América Central, los nativos tatuaban en sus cuerpos imágenes de dioses.
El arte del tatuaje fue redescubierto por los exploradores. Banks, artista científico que navegó junto al Capitán Cook, describió en 1769 el proceso del tatuaje de la Polinesia. Los marineros de Cook iniciaron la tradición de los hombres de mar tatuados y extendieron rápidamente esta aficción entre los marineros, quienes aprendieron el arte y lo practicaron a bordo.También fueron los viajes de Cook los que describieron el arte Moko entre los maoríes, un doloroso y elaborado proceso que duraba meses y que daba por resultado diseños negros en espiral y a rayas.
Alrededor del 1000 A.C el tatuaje logró la entrada por medio de las rutas comerciales a la India, China y Japón. A pesar de un glorioso inicio en Japón, el tatuaje estaba reservado para aquellos que habían cometido crímenes serios, y los individuos tatuados eran aislados por sus familias, ésto constituía el peor de los castigos. El emperador Matsuhito, ante la apertura de Japón al occidente decidió prohibir los tatuajes para no dar la impresión de salvajismo ante los extranjeros.
En América donde había existido desde siglos atrás, sólo tuvo eco masivo durante la Guerra Civil. Uno de los primeros tatuadores profesionales fue C.H.Fellows. Se considera que el primer estudio tatuajes fue el abierto en 1870 en Nueva York por Martin Hildebrant, inmigrante alemán. Su mayor competencia fue Samuel O' Reilly inventor de la máquina de tatuar en 1891, esta máquina estaba inspirada en una maquinaria inventada por Thomas Edison.
Alrededor de 1900 existían estudios de tatuaje en casi todas las ciudades importantes. Hoy en día, es famoso en el mundo entero del tatuaje el nombre de Sailor Jerry Collins (1911-1973).
En España, se puede empezar a hablar de tatuaje y de tatuadores alrededor de los años sesenta y setenta. Esta actividad comenzó en las zonas portuarias, donde se tatuaban marineros pero también personas adineradas que disponían de embarcación. A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el fenómeno se difundió todavía más, de manera especial entre las clases medias altas, con el nacimiento de una cultura alternativa que consideraba este arte como una forma de extravagancia. En los años ochenta, bajo el impulso de la cultura punk, heavy, rocker y de otras nuevas tendencias los jóvenes empezaron a interesarse por el tatuaje.
El tatuaje antiguo tiene mucho en común con el tatuaje actual, este arte está aceptado, formando parte de la vida de muchas personas y podríamos decir que ocupando espacios cada vez mayores en la sociedad.
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